Jesse Owens es posiblemente la mayor leyenda del atletismo mundial. En 1936 en los Juegos Olímpicos de Berlín, consiguió 4 medallas de oro, en los 100 y 200 metros lisos, en el relevo 4x100 y en el salto de longitud.
Su leyenda es aun mayor porque un humilde chico negro de Alabama obligó a Adolf Hitler a salir anticipadamente del palco del Estadio Olímpico para no tener que verse obligado a felicitarle.
En la prueba de salto de longitud se encontró con el alemán Lutz Long. Este era el gran rival de Owens para esa prueba, y los dirigentes alemanes habían puesto grandes esperanzas en él. Era rubio y alto, además de un gran atleta. En la ronda previa Long consiguió batir el record olímpico.
En sus dos primeros saltos Jesse Owens hizo nulo de forma que si no conseguía un buen salto en el tercero quedaría eliminado. Según el testimonio del propio Owens, estaba sentado y abatido en el césped del Estadio Olimpico, cuando Long se le acercó y le aconsejó que tomara el salto con mucha distancia sin arriesgar tanto como en los 2 primeros. Llegó incluso a marcar con una camiseta el punto desde el que debía saltar Owens. Este siguió su consejo y superó la eliminación para terminar ganando el oro con un nuevo record olímpico y Long se conformó con medalla de plata.
Delante de todo el estadio y del mismo Hitler, Long fue el primero en felicitar y abrazar efusivamente a Jesse Owens y le acompañó hasta los vestuarios.
Después de aquella hazaña, Jesse Owens fue relativamente bien recibido en Estados Unidos, dado que no dejaba de ser un negro en un país aún racista.
"Cuando volví a mi país, después de todas aquellas historias sobre Hitler, no podía ir en la parte delantera de los autobuses, debía ir atrás. No podía vivir donde quisiera. No me invitaron a darle la mano a Hitler, pero tampoco me invitaron a la Casa Blanca a darle la mano al Presidente de los Estados Unidos."
Long y Owens continuaron su amistad escribiéndose cartas con cierta frecuencia, a pesar de que Long había sido reclutado por el ejército alemán y estaba en el frente. En julio de 1943 fue herido en Sicilia y murió en un hospital de campaña del ejército inglés.
"Podrían fundir todas las copas y medallas que he ganado, pero no valdrían tanto como la amistad de 24 kilates que tuve con Lutz Long en ese momento"
Jesse Owens fue hasta su muerte en 1980 un hombre comprometido en la lucha por los derechos de su gente, lo cual le causó críticas y problemas. En 1984 se le puso su nombre a una calle y un instituto de Berlín.
Lutz Long recibió a título póstumo la Medalla Pierre de Coubertin al espíritu deportivo, es el mayor reconocimiento olímpico y solo ha sido concedida a 8 personas. Años después de la guerra Jesse Owens fue a Alemania a conocer a la familia de Lutz Long y siempre se preocupó por su bienestar.
Este verano, en el remozado e impresionante Estadio Olímpico de Berlín, pude ver el nombre de Jesse Owens grabado en bronce en la puerta de honor, recordando sus victorias y su leyenda.
3 comentarios:
Muy bueno el post, y el escenario es muy chulo; me suena ese estadio, tiene buena acústica, je je.
A mí también me ha encantado este artículo... y me ha parecido genial la actitud del atleta alemán. Un pequeño gesto que caracteriza a una gran persona.
Como bien dices low, había que echarle mucho valor en aquel momento y lugar para comportarse como lo hizo Long.
y pau, el escenario es acojonante, verdad?
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