martes, 4 de septiembre de 2012

martes, 21 de agosto de 2012

Los blogs... por Stephen Colbert y Jon Stewart

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Buenisimas risas de verano... sobre los blogs

miércoles, 1 de agosto de 2012

Benedetti... revisited

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EL OTRO YO 
Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la naríz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.
El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente , se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse imcómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo.
Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo que hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Este no dijo nada, pero a la mañama siguiente se habia suicidado.
Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó.
Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió a la calle con el propósito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le lleno de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas.
Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: «Pobre Armando. Y pensar que parecía tan fuerte y saludable».
El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo.
Mario Benedetti, escritor uruguayo (1920)

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lunes, 16 de julio de 2012

La caida del muro... y el suicidio del capitalismo

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Hace unos años mi padre nos dijo que la caída del muro suponía la ruptura de equilibrios y que podría venirse todo abajo. Quizá a la vista de la situación actual, tenía algo de razón:

lunes, 9 de julio de 2012

Tabula rasa... para poder comenzar de nuevo

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Quizá ha llegado el momento de hacer una "tabula rasa"social. O quizá no. Porque aunque necesitemos repensarlo todo y partir de cero en muchos sentidos, no pueden quedar sin castigo muchas cosas que han sucedido y suceden. Sin un mínimo sentido de la justicia y la verdad, no se puede construir nada bueno.
Como decía monseñor Romero de El Salvador: "no idolatren las riquezas".
Mujer (Sibila con tábula rasa) de Diego Velazquez

miércoles, 4 de julio de 2012

La fiesta nacional... de Estados Unidos

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El 4 de julio, día de la Independencia de los Estados Unidos: "La guerra es la manera que tiene Dios de enseñarles geografía a los norteamericanos."
Ambrose Bierce, escritor norteamericano (1842-1913)