domingo, 30 de julio de 2006

Fahrenheit 451 de Ray Bradbury...

Bueno por fin, después de tan buen fin de semana, toca el tema Ray Bradbury. El amigo Ray ha ido apareciendo por varios sitios ya de forma indirecta (Blade Runner y Moby Dick) y bueno la verdad es que es el libro del que hablo "Fahrenheit 451" es realmente bueno. Pero bueno de verdad. Está en línea con una serie de libros bastante pesimistas o apocalípticos como 1984, la Naranja Mecánica (iba a añadir... como el Planeta de los Simios pero no sé si también tiene libro, ja!)
Lo leí hace tiempo y me quedé bastante impresionado. Básicamente cuenta la historia de un bombero que en lugar de dedicarse a la nobl
e tarea de apagar fuegos, se dedica a hacer hogueras para quemar libros. El gobierno de ese ¿futuro? considera que los libros son un peligro social y que provocan desorden en la gente porque les pueden llevar a pensar. El bueno del bombero descubre a través de una chica que hay grupos "subversivos" que leen a escondidas, y a través de un viejo profesor de literatura se adentra en el mundo de los libros. Eso le pone en situación difícil con sus jefes, su familia y hay un desenlace inquietante. El bombero contacta con un grupo que memoriza los libros para que no se pierdan las historias que se cuentan y poder escribirlos en el futuro.
¿De qué va el libro? del adormecimiento de la gente, de la falta de inquietudes, de la opresión y control a la que se quiere someter a la gente "obligandole" a pensar de una determinada manera, o mejor aún obligandoles a "no pensar". Simples consumidores y votantes previsibles.
No digo que yo sea un re
volucionario, que no lo soy, vivo bastante bien, acomodado y me aprovecho lo que puedo de las "ventajas de la vida moderna" pero lo que no llevo bien es esa santa manía de los gobiernos (y sus patrocinadores empresariales) en pretender hacernos a todos grises, iguales, simples números. En decirnos lo que tenemos que pensar y sentir. Los libros, como la música, el cine son nobles artes que ayudan a darse cuenta de lo grande que es el mundo y lo pequeña que es nuestra aldea. Que por diferentes y novedosas que parezcan nuestras experiencias, otros muchos las han vivido antes a su manera, se tomaron la molestia de ponerlas por escrito o cantarlas y que leyendolas o escuchándoles nos damos cuenta de lo parecidos y diferentes que somos todos. A que muchas veces hemos visto una película y hemos dicho "así es exactamente como me siento yo", o una canción que te remueve por dentro por los recuerdos que asocias o la letra que llega a decir algo donde tú no llegas. El que diga que no se ha puesto sensiblón alguna vez con el poema numero 20 de Neruda... ¡al final de la fila, castigado por mentiroso! En fin, buenos días Chris por la noche desde la K-OSO de Cicely...

Si uno lo piensa bien, a lo largo de la historia ha habido montones de aficionados a la quema de libros. Los muchachos de Adolfo Hitler organizaron unas impresionantes hogueras con todo aquello que no oliera a ario, exactamente igual que hicieron los soviéticos con casi todo lo occidental. Las cazas de brujas en EEUU en la guerra fría con listas negras de "disidentes", y se llegaron a quemar discos de los Beatles por un comentario más o menos jocoso de John Lennon ("Somos más famosos que Jesucristo") La Santa Inquisición también tiró de mechero durante siglos para acabar con obras impías o simples obras maestras. Un ejemplo de que Bradbury no bromeaba es la biblioteca de Alejandría, que fue quemada y arrasada sucesivamente por el emperador romano Diocleciano y por el califa Omar I, que al hacerlo se despachó con esta joya "Si los libros contienen la misma doctrina del Corán, no sirven para nada porque repiten lo que ya está escrito; si los libros no están de acuerdo a la doctrina del Corán, no tiene ningún sentido conservarlos." Hay, por desgracia, montones de ejemplos en la Historia.

Siento el rollo literario-filosófico y más en domingo. Pero hace un día muy bonito y estoy contento, optimista.

PD: Ojo, para el que le interese la conversión entre grados Fahrenheit y Celsius ahí va
(°F = °C·(9/5)+32 y °C=(°F−32)·5/9
). O sea que 451 grados °F vienen siendo 232 °C. La temperatura a la que arde el papel, de ahí el título del libro.
Otra cosa, Ray Bradbury le da nombre a un asteroide!!

ACTUALIZACION: He encontrado esta página http://www.rjgeib.com/thoughts/burning/burning.html

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya desperdicio, ¿no? Tanto papel quemado... Otra quema de libros mítica fue la de los de caballería en el Quijote. Pobre Alonso Quijano. Estaban todos como unas maracas.

Zorro de Segovia dijo...

No he leído Farenheit 451 pero vi la película cuando tenía 14 ó 15 años en aquella tele de dos canales. La vi en un programa hoy inviable por temas de "share" que se llamaba "Pista Libre". Ponían una película y luego unos cuantos chavales debatían un rato sobre el tema de la película.

También por aquella época leí "Un mundo feliz" de Aldous Huxley. Poco después "1984". Ambos me parecieron fábulas exageradas, igual que "Farenheit". Admiré a sus protagonistas pero no me creí nada. ¡Qué lejos aquellos inocentes años!

Anónimo dijo...

Buenos libros mencionas... "El planeta de los simios" de Pierre Boule lo tienes en la mula:
ed2k://|file|Pierre%20Boulle%20-%20El%20Planeta%20de%20los%20Simios%20(doc).zip|137756|461AC149EA5B1D49C94CBB7F61A46BF3|/

desconvencida dijo...

Tienes más tristes ejemplos de la quema de libros aquí:

http://desconvencida.blogspot.com/2006/02/farenheit-451.html

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho tu blog, y no es por peloteo ;)

A mi el libro me gustó, pero se me quedó un poco corto. Luego, cuando leí el prólogo y descrubrí que era la recopilación de ¿7? relatos cortos, entendí un poco mejor el formato.

Como novela de ciencia ficción es entretenida, pero hay muchos libros mejores, al igual que libros que describen distopías (como el mencionado 1984) con mejor arte.

El éxito del libro creo que viene dado a que es un peligro que no es del todo ficticio. Es decir, los libros no los queman, pero no hace falta, porque practicamente nosotros mismos rehuímos de ellos. Encontramos otros hobbies que sustituyen la tediosa tarea de sentarse a leer. Con lo bonito que es que te metan la información por la vista mientras sientas tu pesado culo en el sillón... (Curiosa y acertada la dependencia que muestra la mujer de Morgan a los murales de televisión)

Todo lo que trate sobre escapar de la represión gusta. Sea represión a lectura, a la libertad, o de cualquier cosa que deba de ser básica. Y en este caso, al ser lectores de libros los afectados en el tema se produce una especie de empatía con el protagonista de la novela.

Aunque como medio de censura, como bien apuntas en el post, es algo que se viene haciendo desde hace mucho tiempo. Eran malos tiempos para pensar diferente.

Anónimo dijo...

Y te olvidas de la versión moderna de la "quema de libros": prohibir que la gente acceda a internet para que no lea contenidos 'subversivos'. Que se lo pregunten al gobierno chino...

Pedro dijo...

Yo soy un "hombre libro" de buena parte de La naranja Mecánica. Burguess era moito.

Leon dijo...

Gracias por las aportaciones. A veces piensas que son exageraciones algunas cosas que lees, pero quizá interpretando un poco ciertas cosas de la realidad, ves que no es tan descabellado, creo yo amigo zorro.
Gracias camarada bakunin por la recomendación y el link, siendo sincero no tenía ni idea de que hubiera libro del Planeta de los Simios, aunque después de ver a Homer Simpson burlarse del tema, le perdí un poco el respeto a la historia, a mi pesar. Este Homer...!!
Gracias Sisor por el halago. Y a Abenamar, Low, Desconvencida y jordi pues gracias también, nos ha quedado entre todos un post majo ¿no?.
A Stacey que thank you. Y a Chapu, no escuches tanto a Beethoven.

qelena dijo...

Gran libro. Creo que ha sido protagonista de más de una de mis pesadillas. Quemar libros... tsk tsk...