Me ha gustado mucho una reflexión hoy de Aurelio Arteta sobre el lenguaje que se utiliza hoy en día, especialmente en los medios. Y por qué a la gente le encanta buscar palabras complicadas, a veces cagandola, cuando hay cosas que se pueden decir de forma sencilla.
"George Orwell ya sabía algo de este fenómeno y no dejó de denunciarlo en su día. Lo que pasa es que la regla que dictó para la buena prosa en inglés ("Nunca use una palabra larga donde pueda usar una corta") parece que no vale hoy para el hablante ordinario de español. Ni siquiera para los sumos sacerdotes de la palabra pública, el político y el periodista. Contagiados de la jerga empresarial, solemos priorizar alguna tarea respecto de otras, porque no nos basta con "primar" esa tarea. Pero también nos conviene flexibilizar nuestras posiciones, que es como "adaptarlas" o "amoldarlas" a lo necesario, a fin de no tensionar -o sea, "tensar"- las cosas y evitar esos tensionamientos que antes eran "tensiones". Que a nadie se le ocurra "interactuar" con otros, porque ahora se lleva interaccionar, ni "objetivar" una situación cuando está en sus manos objetivizarla. Les gustará saber que hay quienes se dedican a compartimentalizar sus trabajos. Y en cuanto me entere de qué significa modelizar o sustancializar, se lo cuento."
El artículo completo de El País en Link.
La música la ponen los Smiths con "This charming man"
5 comentarios:
Muy bueno. Y muy real.
Muy bueno el articulo.
Un saludo León
un artículo muy ejemplificador...
me gusta que la gente hable con un lenguaje variado. Lo que me suena peor es que utilicen palabras que realmente no saben lo que significan, al estilo de aquel "inconcebible" de La Princesa Prometida.
buenísisisisimo. Ahora a miccionar y a relajarse placenteramente con una cabezadita
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