El zorro del desierto... y las peliculas de guerra

El zorro del desierto (Der Wüstenfuchs), así llamaban a Erwin Rommel, mariscal alemán de las Deutsches Afrika Korps.
Un genio militar admirado hasta por sus enemigos, que fue obligado a suicidarse al verse implicado en el atentado frustrado contra Hitler el 20 de julio de 1944. Así se despidió de su hijo Manfred y del capitán Aldinger:
"A la vista de mis servicios en África, tengo la posibilidad de morir mediante veneno. Esos dos generales lo han traído con ellos. Es mortal en tres segundos. Si tomo el veneno, no se seguirá ninguno de los procedimientos habituales contra mi familia; es decir, contra vosotros. También dejarán en paz a mi estado mayor."
No está claro que tuviera vinculación directa con dicho atentado, se le atribuye esta opinión al respecto: "Es una mala manera de resolver las cosas. Ese hombre es la encarnación del demonio. ¿Por qué convertirle en héroe y mártir? Mejor sería dejar que el ejército lo detuviera y lo juzgara. No destruiremos la leyenda de Hitler hasta que el pueblo alemán conozca la verdad"
Al despedirse de su mujer sabiendo lo que le esperaba le dijo "Vengo a decirte adiós. Dentro de un cuarto de hora estaré muerto. Sospechan que tomé parte en el intento de asesinar a Hitler. Al parecer, mi nombre estaba en una lista hecha por Goerdeler en la que se me consideraba futuro presidente del Reich... Jamás he visto a Goerdeler... Ellos dicen que von Stülpnagel, Speidel y von Hofacker me han denunciado. Es el mismo método que emplean siempre. Les he contestado que no creía lo que decían, que tenía que ser mentira. El Führer me da a elegir entre el veneno o ser juzgado por el tribunal popular"
Antes de eso fue el comandante en jefe de los ejércitos alemanes en el Norte de África y tomó parte en las batallas del Alamein y Tobruk. Al final de esta última batalla se dirigió a las tropas inglesas y les dijo "Caballeros, han luchado como leones y sido dirigidos como mulas."
Dirigió las tropas alemanas con gran éxito, a pesar de que las decisiones del alto mando, extendiendo la guerra en dos frentes hacían imposible la victoria. Incluso se le encargó la defensa de Normandía, cuando los aliados iban a iniciar la reconquista de Europa.
A él se refirieron sus enemigos:
General Patton: "Rommel, grandísimo bastardo! ¡He leído tu libro!"
Winston Churchill: "Nos enfrentamos a un valiente y habilidoso oponente, y, si puedo decir tal cosa a través de la destrucción de la guerra, a un gran general."
Un mariscal inglés Sir Auchinleck llegó incluso a prohibir que se mencionase su nombre, porque desmoralizaba a su propio ejército.
Rommel fue un gran militar, que tomó parte en las dos grandes guerras, una personalidad interesante e independiente, de hecho es el único miembro del Tercer Reich que actualmente tiene un museo en su honor en Alemania. Un tipo sencillo y un tanto serio al que le toco estar en el bando equivocado. Un militar de profesión que consideraba la guerra "una ocupación estúpida y brutal" Desobedeció las ordenes de Hitler de ejecutar a todos los prisioneros en combate y su caballerosidad llegó al extremo de enterrar con honores militares al mayor inglés Geoffrey Keyes que fue abatido en una operación en la que su objetivo era matar o capturar... al propio Rommel.
¿Y todo esto por qué? Porque siempre me encantaron las pelis de guerra que ponían por la tele cuando era pequeño los sábados por la tarde (El día más largo, Patton,...) y porque mi padre siempre nos hablaba entonces con entusiasmo de "el zorro del desierto". Y para rematar, escuchemos la música de otra gran peli de la II Guerra Mundial, nada menos que "La gran evasión"

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