Maniqueismo... con Bach

Solemos entender que maniqueo es aquel que ve las cosas o blancas o negras, sin grises intermedios. Que para el solo hay buenos y malos; todo se puede reducir a unos y ceros como un ordenador.

Pero hay más, el maniqueismo era una doctrina religiosa o filosófica de origen persa (یین مانی), fundada por Mani en el siglo III. El principio fundamental es la oposición de dos elementos que son la luz (Ormuz) y la oscuridad (Ahrimán).

La corriente principal del maniqueísmo sostiene que el alma es la luz y es buena mientras que el cuerpo es el envoltorio que la oscurece. Por eso proponen practicar el ascetismo incluyendo la meditación, el ayuno, la castidad... para que la luz salga de la oscuridad. En fin, tampoco es que estos chicos sean lo que se llama la juerga padre.

Parte de esto coincide con los pensamientos budistas que el tal Mani conoció en sus viajes al Imperio Kushan (actualmente parte de Afganistán, Pakistán y la India) en donde estaba la ciudad de Bamiyán con sus gigantescos budas excavados que volaron los talibanes en el año 2001. En ese imperio había influencias griegas de cuando todo aquello era parte del Imperio de Alejandro Magno.

Las influencias de esta visión un tanto sencilla, por no decir simple, de la realidad alcanzan toda la doctrina de las grandes religiones, el judaísmo, el cristianismo y el islam. Y diría que también a las grandes cuestiones políticas y sociales del pasado.Y actualmente, no hay más que mirar a lo que está sucediendo en Oriente Medio. O en la política nacional, para qué molestarse en matizar nada con lo fácil que es atizar al que está un milímetro más allá de la línea de buenos y malos.

"Maniqueísmo, s. Antigua doctrina persa según la cual hay guerra incesante entre el Bien y el Mal. Cuando el Bien abandonó la lucha, los persas se pasaron a la oposición victoriosa."
El diccionario del diablo. Ambrose Bierce (1842-1914)


De postre Johann Sebastian Bach:

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