"La verdad es que había sido muy desafortunado en el mar y, tal vez, esta era una de las razones. Pero en circunstancias como la mía, ningún hombre debería desdeñar los impulsos de sus pensamientos más profundos. Dos de los barcos que había escogido para viajar -y digo dos porque a uno de ellos hice conducir mis pertenencias y, en el otro, incluso llegué a apalabrar el viaje con el capitán-, sufrieron terribles percances. Uno de ellos fue tomado por los argelinos y el otro naufragó en Start, cerca de Torbay y todos los que iban a bordo murieron, excepto tres hombres. Así, pues, en cualquiera de estos navíos, hubiese padecido miserias y sería difícil decir en cuál hubieran sido peores. Acosado por estos pensamientos, mi antiguo patrón, a quien le contaba todo lo que me sucedía, me recomendó encarecidamente que no fuera por mar sino por tierra hasta La Coruña, que atravesara la bahía de Vizcaya hasta La Rochelle, que siguiera por tierra hasta París, que era un viaje seguro y fácil de hacer y, de ahí pasara a Calais y Dover. También podía llegar hasta Madrid y hacer el viaje por tierra hasta Francia. En pocas palabras, estaba tan predispuesto contra el mar, que decidí hacer todo el trayecto por tierra, con la excepción del paso de Calais a Dover. Como no tenía prisa ni me importaban los gastos, realmente era la forma más placentera de hacer el viaje. Y, para hacerlo más agradable, mi viejo capitán me presentó a un caballero inglés, hijo de un comerciante de Lisboa, que estaba dispuesto a viajar conmigo. Más tarde, se nos unieron dos mercaderes ingleses y dos jóvenes caballeros portugueses, que solo viajaban hasta París. En total éramos seis y cinco criados; los dos mercaderes ingleses y los dos jóvenes portugueses se contentaron con un criado por pareja, a fin de ahorrar en los gastos, y yo llevaba a un marinero inglés para que me sirviera, aparte de mi siervo Viernes, que por ser extranjero, no estaba capacitado para servirme en el camino. De este modo, salí de Lisboa y, como estábamos todos bien montados y armados, formábamos una pequeña tropa, de la cual tuve el honor de ser designado capitán, no solo por ser el mayor, sino porque tenía dos criados y era el promotor del viaje. Así como no he querido aburriros con mi diario de mar, tampoco quisiera hacerlo con el de tierra, aunque durante este largo y difícil trayecto, nos acontecieron algunas aventuras que no debo omitir."
Robinson Crusoe - Daniel Defoe, escritor inglés (1660-1731) (libro entero)
Rod Stewart canta Sailing...
3 comentarios:
Al final era viernes?!!
Este libro me gusta, y las escalas también. Un día que tenga tiempo lo vuelvo a leer, que tengo mucha capacidad para olvidarme de los libros y las películas.
Depende de las ediciones, en la que tengo yo dice DOMINGO!!!! ja ja.
pero no habeis caído en que hizo escala por aquí, por A coruña.
Hizo escala en A Coruña en aquellos tiempos porque no estaba el Sir Republicano y aún no había ni Monolitos, ni puentes Vechio, ni castañas
Picadillo Alcalde Xa!!
Publicar un comentario