Aquí, se vive bastante bien. Muy bien, pensamos algunos. Nos gustan los pequeños placeres de la vida, como tomar ir a una terraza a disfrutar de unas cañas con olivas en compañía de los amigos. En pocos países se hace tanta vida social como aquí en España, nos gusta salir de copas, nos gustan las comilonas y el jaleo. ¿Cuantos europeos del norte vienen de visita y se quedan?
Pero es cierto que abunda en el español el recurso al "por ahí sí que no paso" o "hasta aquí podíamos llegar". Lo que alguno definió como la santa intransigencia. Llevamos un tiempo en el que da la impresión de que cualquier pequeña cosa que ocurre en la vida pública se zanja a garrotazo limpio. Sea el ácido bórico, el matrimonio de los homosexuales, la españolidad de Navarra o la propiedad de una empresa eléctrica. Cualquier excusa es buena para hacerse el ofendido, tomárselo todo a la tremenda, sacar el guante para zoscarle en la cara al de enfrente y exigir de inmediato un duelo en desagravio.
Hombre por dios, no seamos tan tremendos, que tampoco pasa nada. Que llevamos muchos años escuchando lo de "se rompe España" y ahí la tienen, vivita y coleando, que ni se ha roto ni nada y sigue tan pancha. Como siempre, quizá somos todos un poco más ignorantes, porque la Educación sufre aquello de "entre todos la mataron y ella sola se murió", pero en general viviendo como buenamente podemos y con la selección de fútbol haciendo el indio. Nada nuevo.
Dicen unos todo el día que el Estado se rinde, y yo no soy quien para defender a Zapatero, que ya tiene su prensa adicta para eso y por otro lado me parece un incompetente como la copa de un pino. Pero hombre, es que son los mismos que decían como Aznar: "Merecería la pena la generosidad si así lográsemos la paz" y hace no tanto en 1998, y que hacían concesiones reales a ETA (acercamiento de unos presos y liberación de otros) y ahora hacen causa de honor de una supuesta negociación, en la que no vemos ni acercamientos ni liberaciones ni nada de nada. Más hemeroteca... Otra cosa, ya que tanto se preocupan algunos periodistas por la memoria de las víctimas, recordemos que ETA en 1998, el mismo año de la negociación de Aznar con ETA, había matado a 6 personas, entre ellos varios concejales del PP y UPN. Y pienso personalmente que Aznar hizo muy bien en su momento en intentar aquello. Ahora estamos en octubre de 2006, van afortunadamente 3 años y medio sin asesinatos por parte de los cabrones de ETA.
Así que pongamos las cosas en su sitio, con tranquilidad, pero sin perder el norte, como dice Tirso de Molina en "La villana de Vallecas" aquello de "Sentaos, tomad esta silla, sosegaos y hablad después".
Pienso que todos deberían asumir lo que ocurrió el 14 de marzo de 2004. El PSOE debería enterarse de una vez que ya está en el gobierno y empezar a hacer algo, lo que sea pero algo además de propaganda y grandes anuncios. Debería esforzarse en mejorar la precariedad laboral, desinflar lentamente la burbuja inmobiliaria y tomar iniciativas realistas y serias para abordar la integración de los millones de inmigrantes que vienen y van a venir. Yo no les voté, pero si lo hubiera hecho estaría extremadamente decepcionado.
Y el PP debe asumir que perdió las elecciones por sus propios errores y mentiras, y que la forma de intentar recuperar el gobierno no es llevarnos a los garrotazos de Goya, usando de forma lamentable a las víctimas del terrorismo con montajes periodísticos, si no haciendo propuestas serias, dialogando con otros partidos y criticando al Gobierno en lo muchísimo que tiene por criticar. Porque por el camino que va, además de hacer multimillonarios a un par de periodistas montajistas tan listos como irresponsables, le va a regalar cuatro años más al listo de Zapatero. Y hace falta una oposición vigilante en cualquier país civilizado.
A veces uno escucha lo que dicen los de estos dos grandes partidos o los de los otros partidos más pequeños y directamente alucina. Su distancia con la realidad es sideral. Hablan como si Catalunya fuera un frente de batalla a cuenta del Estatut, y cualquiera que haya estado allí verá que las preocupaciones del catalán medio (tanto si habla catalán, castellano o uzbeko) son pagar la hipoteca y vivir razonablemente bien. Su identidad nacional, española o catalana, digamos que ocupa el puesto 73º en la lista de prioridades. Por no hablar del madrileño medio, al que entre atascos en la M-30, el salvaje precio de la vivienda y el precio de las copas por las noches, las discusiones existenciales y pasilleras entre Esperanzita y Gallardón le pillan a años luz de distancia. Y como ellos el de Teruel, Cáceres o Vitoria...
Así que, que nos dejen un poco en paz. Intentemos vivir bien, tomarnos las cosas con calma, trabajar lo justo y disfrutar de la vida, que para cabrearnos ya está el árbitro el domingo. Y olvidemos ya la dichosa intransigencia. Que eso no tiene nada que ver con el quijotismo. Eso es cosa muy distinta. El quijotismo es el gusto por las causas perdidas, el llevar la contraria porque sí y el no dejarse arrastrar por la corriente. Y tiene un punto sano y positivo. Lo otro nos lleva a darnos garrotazos o tiros. Y de eso en este país sabemos, por desgracia, un rato.
PD: Siento el post relacionado con la política. No me gustan y procuraré no repetir.
Escuchando a Albéniz con "Asturias"
3 comentarios:
Buff, por un momento pensé que la música era el Asturias patria querida.
Me parece muy bien lo que dices, salvo en que no sé cuantas veces se tiene que negociar con quien realmente no quiere.
Lo de España unida por mucho tiempo, no sé yo...porque a los políticos se la sopla el resto. Y al resto se la sopla la política, pero...
no opino
no opinas porque no quieres. eres muy libre de hacerlo.
Publicar un comentario