domingo, 26 de octubre de 2008

Desde Alemania... con claridad

Interesante entrevista en El Pais Negocios a Horst Köhler, presidente de Alemania y ex-presidente del FMI.

P. En 2005 usted ya advirtió, en una entrevista, acerca de los monstruos de los mercados financieros. ¿Por qué nadie le escuchó?
R. Cuando el estado de ánimo general es optimista, la economía crece y los beneficios aumentan, la gente prefiere que no se la moleste. Nadie quiere plantearse la posibilidad de que estemos a punto de estrellarnos. Debería haber insistido más enérgicamente.
...
P. ¿Quién tiene la culpa? ¿Un puñado de individuos codiciosos o el espíritu de la época?
R. Hay una evolución social que se basa en el siguiente principio: todo el mundo quiere hacerse rico y, en principio, además con el mínimo esfuerzo personal. La gente pensaba que hacer negocios con el dinero era la forma más rápida de lograrlo; así no hay que partirse la espalda trabajando. Por desgracia, esta mentalidad se ha generalizado. Si buscamos adquirir una nueva conciencia del valor del dinero, también tendríamos que desarrollar una nueva conciencia del valor del trabajo.
P. Entonces, ¿es la codicia que hay en todos el origen de la crisis, o lo son los caprichos de un pequeño círculo de personas a las que llamamos sector financiero?
R. A una parte del sector financiero le gustaba arriesgar, y hacía apuestas grandes y pequeñas. La crisis no revela nada nuevo sobre la naturaleza humana. Ni nada nuevo sobre el capitalismo.
...
P. ¿Cómo puede hacerse?
R. Me gustaría que los gobiernos seleccionasen unas cuantas mentes privilegiadas, hombres y mujeres, como las que por entonces integraban el grupo liderado por el economista John Maynard Keynes, que se uniesen para encontrar el modo de crear normas para un mundo globalizado. En mi opinión, esto también implicaría que reconociésemos que luchar contra la pobreza y combatir el cambio climático son asuntos estratégicos comunes para los países industrializados y los países en transición y en vías de desarrollo. Hasta ahora, en los países industrializados sólo nos hemos asegurado, con frecuencia, de que nosotros mismos estamos en una posición acomodada, de que hay prosperidad y trabajo en el plano nacional. Nos daba igual que otros en el tercer mundo tuviesen que pagar por esto un precio más alto del que pagamos nosotros. Hoy ha quedado claro que, si queremos una sociedad acomodada, hay que tener en cuenta a todos.

Rockin' in the free world de Neil Young

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ya empezamos como el año pasado, me cago en la lecce. Lotina, 5 defensas que la media es muy flojita.
Berlin qué bonita eres.
Hasta la vista¡

PAU

Anónimo dijo...

Para que todos tengamos un buen desarrollo económico hay que hacerlo reduciendo el cambio climático. He leído iniciativa de Alemania interesantes para reducir estos efectos.