miércoles, 18 de abril de 2007

Las oficinas... son auténticos zoológicos

Gente pintoresca de la oficina, me encanta "Camera Café"... porque en todas partes cuecen habas. Hay mañanas que me río de lo lindo con la gente de mi propia oficina y no son tan distintos a los de la serie. Están el fantasma, el borde, el tonto, la guapa...

Habla de ellos Pérez Reverte en su artículo:
"Veo muy poco la tele. Los Lunnis, fragmentos de Aquí hay tomate, Canal Historia y poco más. Desde hace diez o doce años tengo la sana costumbre de calzarme cada noche, después de cenar, una película en deuvedé o en vídeo. En realidad lo de una película por noche es inexacto, pues a veces despacho dos y hasta tres, cuando se trata de capítulos de series televisivas a las que soy adicto, como Los Soprano, El ala oeste de la Casa Blanca, o un reciente descubrimiento que todavía me tiene turulato tras zumbarme íntegras, en sólo semana y media, sus dos primeras temporadas: la serie sobre el nacimiento y avatares de un pueblo minero del Oeste americano titulada Deadwood; que es, después de Sin perdón de Clint Eastwood, lo mejor que he visto sobre el género desde que, de pequeño, tuve el privilegio –ya no hay privilegios así– de ver en el cine, comiendo pipas, Río Bravo, El hombre que mató a Liberty Valance y las otras obras maestras del abuelo John Ford. Sin olvidar un maravilloso hallazgo reciente, que debo a Javier Marías: la miniserie –o película larga, que tanto da– Los protectores: tres horas dirigidas por Walter Hill, con un impresionante Robert Duvall haciendo de viejo y duro vaquero, en un western de los de antes, de leyenda.
Pero no todo son series guiris. Si de adicciones televisivas se trata, sería injusto no mencionar la única que puntualmente –siempre la veo durante su emisión– me clava frente al televisor: Cámera café. La sigo con interés casi fanático, mientras me arranca carcajadas la chispeante gracia de sus guiones espléndidos, y admiración el sólido trabajo de cuantos en ella participan. El desánimo profundo en que cualquier telespectador razonable puede caer tras un zapeo por las series y programas de más audiencia, lo cutre de buena parte de las situaciones y la escasez lamentable de actores –en España creemos que para serlo basta con ponerse ante una cámara y ser natural como la vida misma– se disipan en el acto con las peripecias de esa oficina extraordinaria dirigida por Luis Varela, alias Gregorio Antúnez, uno de los grandes cómicos españoles, inexplicablemente marginado hasta ahora, a quien admiro desde los lejanos tiempos de Escala en Hi-Fi y Estudio Uno; incluso desde que tocaba la batería detrás de Concha –entonces Conchita– Velasco en Historias de la televisión.
Todos están perfectos en Cámera café: desde el ratonil representante sindical con jeta de cemento Julián Palacios, encarnado por Carlos Chamarro, hasta el vigilante nocturno Benito Avendaño, construido, poniendo acento de su tierra y la mía, por Daniel Albaladejo; sin olvidar a los otros, a las chicas, a la entrañable marujona semipija Mari Mar –Esperanza Elipe– y al chulesco chófer Arturo Cañas Cañas, a quien presta cuerpo y voz Alex O’Dogherty; y al que, como padre del joven Íñigo Balboa, vimos morir en Flandes en brazos del capitán Viggo Alatriste. Pero mis iconos personales de la serie, sin menoscabo de sus compañeros, son el ingenuo Bernardo Marín –ese magnífico César Sarachu–, la maravillosa secretaria Mari Carmen Cañizares –Esperanza Pedreño– con su buen corazón y sus ropas imposibles, y el vendedor Jesús Quesada. A Bernardo y la Cañi, aparte de admirar el talento de los actores que les dan vida, he llegado a quererlos con sincero afecto; pero mi gran descubrimiento, el crack de la serie, es Jesús Quesada. Con absoluto desparpajo, Arturo Valls –de quien hasta ahora yo ignoraba esa estupenda condición de actor– consigue una creación perfecta, más allá de su papel concreto y del guión que lo determina. Que levante la mano quien no tenga al menos un compañero de trabajo, un amigo, un pariente, que encaje punto por punto en el arquetipo psicológico y el estereotipo social representado por ese individuo simpático, caradura, golfo, vago, oportunista, putero y con los escrúpulos reducidos a lo imprescindible. Algo tan nítidamente nuestro, tan de aquí, como el pincho de tortilla y la cerveza a media mañana o el toro de Osborne en la carretera. Por eso el comercial Jesús Quesada es más que un personaje de la tele: resulta un tipo al que conozco de toda la vida; y que, como sus compañeros de oficina, me arrima cada noche la caricatura magistral de una España en la que con humor blanco y amable, sin ofensa ninguna al buen gusto, puedo reconocerlo, y reconocernos. Ése es, a mi juicio, el gran mérito de Cámera café. La explicación de su éxito. Ojalá dure mucho, y que ustedes lo vean."

15 comentarios:

Anónimo dijo...

¿habrá alguna oficina donde no haya bichos raros?

Por supuesto en la mia hay un huevo...

aparte de yo mismo (los que me conoceis así lo afirmais) ...

Mi gerente es un crack, sólo comparable al Dr. Jekill y Mr Hyde, lo puedes ver llorar recordando a algún compañero fallecido o bien echar un rapapolvos a cualquier bendito

El ex-director finaciero es clavado al sr Burns y el ex-director de personal era el sr cuesta (¡¡Lástima!! lo que hemos perdido en unos meses...)

El resto de compañeros tenemos todos nuestras rarezas, algunas propiciadas por la profesión, la verdad es que somos raros de c...... y otros por los origenes.

Espero que esto no llegue a ellos...

Anónimo dijo...

Yo creo que deberías mojarte y contarnos "quien es quien" en tu oficina

Anónimo dijo...

Camera Café, la mejor serie, me siento en el sofá a las 9:30 y tengo seguro garantizada más de una carcajada y si llega mi consorte (eso con suerte) a tiempo lo vemos encantados. Estoy con Reverte "Jesus Quesada" el mejor, se sale, y eso que yo no era nada fan suya hasta Camera Café.

Un beso león

Anónimo dijo...

Pues sí, creo que estaremos todos de acuerdo en que Camera Café se sale.. Yo no sabría con quién quedarme, porque sí, Quesada es un crack, pero igual que el resto, y es que cada uno borda su papel. Menuda fauna.

Y si yo os contara la que tenemos por aquí... lástima que me acojone pensando que esto puede caer en "manos inadecuadas"...

Is dijo...

Esas son las cosas que yo echo de menos por trabajar en casa. A mis compañeros los veo de semana en semana y a veces hasta más tiempo.

De cámara café mis favoritos son cañizares y richar, joaquin reyes, haciendo del amigo informático que sabe mogollón.

León hay un meme musical esperándole...

Anónimo dijo...

Me encanta Camera Café. Me acuerdo que cuando empezó era como un poco friki la serie y no sabías muy bien que pensar pero ahora me meo. La verdad es que son todos geniales, cada uno en su papel. De todos modos tengo predilección por Cañizares y sus modelos, que a pesar de todo, son mucho mejores que alguno de los que vemos por este Recinto a diario, ¿verdad?. Y de la fauna que hay por aqui no voy a decir nada nuevo que no se haya mencionado ya en este blog. Dignos de estudio. Aunque cada uno tenemos nuestras cosas, ¿U no?

Anónimo dijo...

Muy bueno Camera Café, si sr. Supongo que le gustará a todo el mundo porque más o menos es lo que hay en todos los trabajos.
En el mío hay ay...

desconvencida dijo...

Genial el artículo, no lo había leído... Aunque yo también trabajo sola y en casa me encanta "Cámera café", su sentido del humor y el casting que tiene, unos grandes actores...

Anónimo dijo...

Cuánta razón tienes Mafalda... si es que este recinto es mejor que la pasarela Cibeles... jua jua...

Anónimo dijo...

Me encanta Camera Cafe, es genial, de lo poquito que se salva últimamente en esta tele nuestra tan lamentable.

Anónimo dijo...

A mí lo que más me gusta de la serie son sus cortinillas de transición. Con eso lo digo todo. Por más que lo intento nunca me han hecho gracia. Incluso los seguidores más acérrimos acabareis hasta los huevos de ella.
LO MEJOR ES QUE ESTE CHAT SE ESTA ANIMANDO MUCHO. CON LO CULTO QUE ERA ESTE BLOG.

Leon dijo...

no sé porque ccbre, pero no me sorprende tu ultimo comentario, ja ja!
camera café me encanta, me lo paso como un enano. y una de las cosas que más coña me hacen es cuando hablan de la competencia, de Gestenfeiser... eso es buenisimo

Anónimo dijo...

PLAGIO!!!!

OS JURO QUE YO NO ESCRIBÍ EL ULTIMO COMENTARIO

ESTO ES UNA CONSPIRACIÓN!!!

Anónimo dijo...

Dios!! Qué está pasando en este blog!!?? Estimado ccbre, no nos digas que ahora te han usurpado tu personalidad! Pero si tus comentarios son únicos!! REVOLUCIÓN YA!!!!

Zorro de Segovia dijo...

para mí lo mejor es que no cansa. Unos minutos de risas y hasta otro día.