martes, 9 de enero de 2007

Capitulo I... qué es la auditoría

Durante algunos años trabajé en una firma de auditoría, sí, lo reconozco señor Juez, soy culpable. Seguramente mucha gente no sepa exactamente en qué consiste eso. Solo salen en la prensa cuando hay algún escándalo o alguna quiebra estilo Forum, Afinsa o Air Madrid y sale algún perjudicado diciendo “¡¡pediremos una auditoría!!”. Pues bueno, el caso es que muchísimas empresas realizan auditorías anualmente como un requisito legal más, algunas incluso con más frecuencia.
Y básicamente consiste en que unos teóricos-expertos teóricamente-independientes verifican que las cuentas anuales o la información contable que presenta una empresa se ajusta a la realidad. Si la cosa ha ido bien, se dice que el informe está limpio y se viene a decir “hemos revisado esto, esto y aquello y creemos que las cuentas reflejan la imagen fiel de la empresa” Así, textualmente lo de imagen fiel, eh. Luego puede haber excepciones, lo que llamamos salvedades, que viene a decir “a pesar de reflejar la imagen fiel de la empresa, creemos que las existencias o los impuestos o lo que sea no están bien contabilizados y esta es la diferencia tropecientos mil euros”. Luego hay más casos como son las limitaciones al alcance, por las cuales el auditor dice que no ha podido realizar su trabajo en un área concreta y no sabe si lo que hay en contabilidad es verdad o no. Los casos más graves son cuando un auditor dice en su informe que la contabilidad NO refleja la realidad de la empresa o incluso cuando deniega su opinión, que eso ya es la incertidumbre máxima. Un “esto no hay por donde cogerlo”. El caso definitivo es cuando el auditor expresa sus dudas sobre la continuidad futura de la empresa, lo que se llama romper el “principio de empresa en funcionamiento”.
Resumiendo, los auditores son una especie de certificadores públicos (en Latinoamérica incluso se llaman contadores públicos) que en teoría garantizan a proveedores, clientes, bancos, accionistas, el mercado en general… que la empresa no tiene pufos ocultos y que si dice que gana X y que tiene unos activos es razonablemente cierto.
Eso se hace mediante unas pruebas estándar, generalmente para que alguien externo al cliente nos confirme sus datos. Es fundamental la circularización (bonito nombre... rediós!!) que consiste en que si la compañía dice que tiene 32.417 euros en una cuenta bancaria, se le pide a ese banco que nos confirme que eso es verdad, por escrito y bien firmadito. Se suele circularizar a los bancos, clientes, proveedores, abogados,… todo aquel que tenga relación con nuestro cliente para, como en los bares, saber “oiga jefe aqui qué se debe”... Luego se hacen otras pruebas más flexibles como son los cálculos globales, que consisten en simular o rehacer cálculos para ver si lo que dice la empresa que gasta, por ejemplo, en salarios, es razonable o es una bola como un castillo.
De hecho la profesión está bastante regulada y para poder firmar un informe es necesario pasar unos examenes oficiales en los que demuestras tus conocimientos. Aunque el trabajo en sí lo hagan gente no tan cualificada, quien asume la responsabilidad es el que firma, “el auditor”.
Si se demuestra que un auditor ha incumplido sus obligaciones existen sanciones graves, llegando incluso a la cárcel (teóricamente). Están obligados para poder ejercer a tener un seguro de responsabilidad civil, que compensaría a los posibles perjudicados por sus cagadas.
En España los auditores son contratados generalmente por los accionistas de la empresa, lo cual sin duda cuestiona la independencia de estos a la hora de dar un palo. Sobre todo porque el interlocutor real del auditor suele ser la dirección de la compañía, especialmente la dirección financiera, que es el objeto de sus pruebas y que es además quien puede cambiar de auditor si alguno se pone muy duro.
Imaginemos que uno va a al médico y le dice “tienes que cuidarte porque estás hecho polvo, como sigas así la diñas” y como no te gusta lo que dice pues lo dejas y te vas a otro médico para que sea más blando. Algo hay de ello en el mundo de la auditoría.

http://es.wikipedia.org/wiki/Auditoría
http://en.wikipedia.org/wiki/Financial_audit

Para ver documentación "de verdad" os paso unos links a webs de empresas con información financiera:
Banco Santander - BBVA - Inditex - Fenosa - Repsol
Sé que algunos links son un ladrillos, pero bueno, en el fondo este post lo es... ja ja!


Weezer canta "My name is Jonas"

12 comentarios:

HombreRevenido dijo...

Muy interesante (y más ameno de lo que te crees). Una entrada arriesgada, pero muy educativa.

Anónimo dijo...

es la ultima vez que te pregunto por la auditoria del R.C.Deportivo

la proxima vez te preguntaré por la historia de la tactica en el futbol y no te puedes olvidar de las tesis de Floro ni de Lillo

Anónimo dijo...

Muy bueno León. Me imagino que como habrá más partes contarás tus experiencias, que esas son las más divertidas...

Muy bueno el chiste de Arthur, je je, aunque yo creo que pagó una por todas las demás. Podría haber sido cualquiera.

Palomares dijo...

Si no recuerdo mal, existe la obligación de cambiar de auditora cada tres años para evitar el clientelismo, ¿no es así? Claro que se puede repetir al cabo de otros tres años.

Anónimo dijo...

A ver si en el Capítulo II León nos cuenta algo sobre el apasionante mundo de las jerarquías internas de dichas compañías

Anónimo dijo...

Muy bien explicada la función del auditor, sí señor!!!

En los próximos capítulos de la entrega no te olvides de ilustrarnos con experiencias reales, q son las q tienen más jugo y lo más gratificante de esta profesión...

Y por qué no explicar también algún q otro "trabajo especial" en el q las firmas de auditoría te ofrecen participar y q son tan enriquecedores en tu carrera laboral...

Buff, q recuerdos!!! Suerte tenemos de poder reírnos de las anécdotas de cuando eramos auditores y q el paso x esas firmas nos dejase algunos grandes amigos ;-)

Dr. Malcolm dijo...

leon: ayayayayayyaay, auditor tenías que ser (porque eso es como el sacerdocio, que imprime carácter)

palomares: lo que exige la ley es que cada cierto tiempo, la junta general nombre auditores, es decir, no se pueden nombarr por periodo indefinido, pero nada obsta a que se renueven a quien venía prestando los servicios. los códigos de buen gobierno apuntan en la dirección que señalas pero más que por clientelismo por preservar la independencia y la transparencia. algo así como decir " a mí me da igual quien me audite, cualquiera certificará mis cuentas". pero esos códigos no son (aquí no todavía) obligatorios
menudo peñazo acabo de soltarrrr

Leon dijo...

Vaya, no sabía yo que esto iba a gustar tanto... Sí que era arriesgada (como dice hombrerevenido) porque me imaginaba que a mucha gente se la soplaría el tema. Pensé "si un blog pone un post sobre topografía, me muero!!!" por decir algo, no tengo nada contra los topógrafos. Pero bueno, es un tema interesante. hay ya más capítulos de la serie grabados.
Como dice Malcolm al final, actualmente en España no hay limitación, tu puedes renovar las veces que quieras a los auditores en la junta de accionistas anual. Sí es cierto que los Códigos Olivencia, Aldama, Conthe... bla bla bla (y sus versiones originales americanas) apuntan a rotar obligatoriamente en empresas cotizadas y de gran volumen. Veremos...

Pedro dijo...

Yo a los auditores les digo sólo lo imprescindible y nunca les miento.

Muy instructivo, León.

HombreRevenido dijo...

Jaja, qué bueno. ¿Sabes una cosa? Yo tengo un amigo que no tiene tiempo de leer mi blog porque sólo lee blogs de topografía (lo juro, es verdad).
Ya has visto, pa gustos...

Zorro de Segovia dijo...

¿y la cara con que miramos el resto de los mortales a los auditores? casi todos os miramos como si fueseis del lado oscuro, en esas peceras que os dejan como cubiles temporales. ¡Mamones! que siempre sois la previa a la venta de las compañías. BRRRRRRR.

(gracias León por permitirnos vislumbrar ese "lado oscuro")

Anónimo dijo...

Acabo de incluir tu certero artículo en un trabajo sobre auditorías, espero no te moleste. Si tienes algún reparo, hazmelo saber. GRacias y encantado.

José Luis

guvij@hotmail.com